Después de la gran cantidad de comentarios en el post anterior (gracias a todos), en mi opinión sobresale este tema: lo que no me gusta de los demás.
No me gusta la gente que no respeta a los demás, retorcida o que hace las cosas con mala intención. Para mí, la intención es siempre lo que cuenta, porque uno nunca sabe cómo van a salir las cosas aunque le dé muchas vueltas. A veces decidimos hacer algo esperando un resultado y las cosas salen al revés. No siempre podemos prever todo. Esta opinión es contraria a algunas que se han dejado caer alguna vez por aquí pero hace mucho tiempo que mantengo esa postura y no le veo pegas por ningún sitio.
Tampoco me gusta que la gente haga que otra se sienta mal o inferior. Que no valore a las grandes personas que tiene a su alrededor y que, a pesar de tenerlas, se empeñe en que todo va mal, en que esas personas no son suficientes. Sinceramente pienso que este es un punto muy difícil. Cómo conformarte con lo que tienes y si hacerlo es realmente bueno es algo que no tengo solucionado dentro de mi cabeza.
Valorar lo que se tiene y pensar que aquello que sentimos que nos falta aparecerá puede ser una solución. Creedme, esas cosas son más que inesperadas.
Iba a decir que tampoco me gustan las personas que no son racionales, que no se sabe nunca por dónde van a salir o el motivo de su estado de ánimo pero no es cierto. Siempre he tenido una cierta atracción por ese tipo de gente. Creo que le dan sal a la vida; o la endulzan.